El sabor del pasado – Tiendas históricas en Milán

Por Luisa Cullurà

Galería de Víctor Manuel II, Milán © Luisa Cullurà

Galería de Víctor Manuel II, Milán © Luisa Cullurà

En 2004 el Ayuntamiento de Milán aprobó las directrices para la creación del Registro de Comercios Históricos, con el objetivo de defender y proteger del peligro de extinción a las actividades comerciales y artesanales con fuertes raíces urbanas que forman parte de la herencia cultural de la ciudad.

Para ser reconocidos como tiendas históricas, los comercios deben responder a dos criterios básicos: el ejercicio comercial tiene que tener una actividad de al menos cincuenta años en el mismo sector de productos (independientemente de cualquier cambio de propiedad), y la tienda tiene que conservar totalmente o parcialmente los carácteres constructivos, decorativos y arquitectónicos originales.

Las empresas registradas como Botteghe Storiche son honradas con una placa que indica el valor y el estado de bien cultural.
Restaurantes, panaderias, peluquerías, droguerías, jugueterías, farmacias y otras tiendas antiguas, testigos de un pasado glorioso dentro del panorama de una ciudad en continua evolución, son la columna vertebral de Milán, y por eso tienen que ser preservadas y apoyadas, sobre todo en esta época de crisis.

Nino, maître de a Santa Lucia © Luisa Cullurà

Nino, maître de a Santa Lucia © Luisa Cullurà

Ubicado en el corazón de la ciudad, el restaurante a Santa Lucia, con décadas de actividad, ha visto sentados en sus mesas cientos de personajes famosos. Fundado en 1929 por Leone Legnani, a Santa Lucia guarda la memoria histórica de Milán; a dos pasos de la catedral y del teatro de La Scala, nutría y sigue nutriendo a artistas de todo tipo. Nino y Francesco, maîtres del restaurante, enseñan con orgullo las paredes llenas de retratos autografiados: Maria Callas, Marcello Mastroianni, Monica Vitti, Liza Minnelli y Frank Sinatra entre todos.

Antiguo estirador de sombreros en la sombrerería Mutinelli © Luisa Cullurà

Antiguo estirador de sombreros en la sombrerería Mutinelli © Luisa Cullurà

Baluarte de la tradición milanesa, la sombrerería Mutinelli es la más antigua de toda la ciudad. Ocupa la esquina de Corso Buenos Aires con Via Palazzi desde 1888. La tienda, ejemplo de continuidad empresarial dentro de una Milán ferviente y dinámica, sigue intacta: Maurizio Mutinelli y su hijo Matteo se mueven entre hierros forjados y muebles ochocientescos donde están apoyados sombreros de ala ancha y bastones de paseo, panamás y pomposos paraguas.

Líbreria Bocca, especializada en historia del arte © Luisa Cullurà

Líbreria Bocca, especializada en historia del arte © Luisa Cullurà

Otro pedazo de historia tutelado por la Associazione Locali Storici d’Italia es la líbreria Bocca. Fundadores de un pequeño imperio, los hermanos Bocca abrieron su primera tienda de libros en Turín en el año 1775, a la que siguieron los puntos de venta de Milán, Florencia, Roma y París. Actualmente la única sobreviviente es la tienda de Milán, especializada en historia del arte, ubicada bajo los cristales y los frescos de la Galería Víctor Manuel II.

Texto inspirado en las clases de Marco Bozzer.

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