Por Gemma García
Los mercados en la calle son intrínsecos a la cultura mediterránea desde tiempos muy remotos. No solo por constituir un lugar de compra y venta de productos, sino por su función dinamizadora de la sociedad. Este espacio es, también, un lugar de encuentro y de intercambio de noticias y sucesos. En Mollet del Vallès [en catalán], una pequeña ciudad barcelonesa, tiene lugar cada martes desde 1906. Más de un siglo de tradición después, su esencia apenas ha cambiado.